¿Puedo ser piloto de rallys con mi Ford?

¿Un rally? ¿Por qué no? Se trata de una de las disciplinas más seguidas históricamente en nuestro país y, desde luego, es incluso asequible a la hora de participar. Ojo, hablamos de participar en una prueba, no de correr una temporada entera con aspiraciones de triunfo. ¿Puedo tomar parte en uno yo, que en mi vida he pilotado oficialmente? La respuesta es sí, un rotundo sí. Y te vamos a contar cómo.

Lo primero, convertir nuestro Ford en una máquina de rallys

Obviamente, lo primero que has de tener -o comprar- es tu Ford. No hará falta que os digamos que las opciones más recomendables para los rallys son el Fiesta ST, el Focus ST o el Focus RS. En el caso del Ford Fiesta ST actual, estamos hablando de un vehículo con un motor de 1,5 litros EcoBoost de tres cilindros que entrega una potencia de 200 CV y que se asocia a un cambio manual de seis marchas. Sabemos que cualquier Ford con las siglas ST o RS en su apellido es ya rápido, muy rápido, pero no sólo por eso nos van a dejar apuntarnos a un rally. Otra opción son los rally TT, en los que recientemente ha quedado campeona la Ford Ranger de Rubén Gracia y Javier Pita.

Ford Ranger del equipo GPR Sport, campeón de España de Rally TT 2018.

No vamos a entrar en preparaciones de motor, neumáticos de última generación ni nada por el estilo, sino que vamos a hablar de qué es lo mínimo que debemos hacer al coche para poder tomar parte en una competición de este tipo en España. Ya te anticipamos que la mayoría de las modificaciones estarán relacionadas con el apartado de la seguridad. Lo primero que hay que tener claro para hacer de nuestro Ford un vehículo de rallys es saber que… hay que vaciarlo. ¿Qué significa esto? La preparación en este sentido requiere dejar prácticamente ‘virgen’ el chasis y la chapa. Una vez llevada a cabo esta operación, se han de instalar las siguientes piezas:

• Fijaciones suplementarias del capó (2).
• Barras y estructura (1).
• Contraplacas para arneses (8).
• Placa para arneses (8).
• Arneses de 6 puntos (2).
• Cutter (2).
• Asientos de competición (2).
• Soportes para los asientos de competición (2).
• Extintor manual (1).
• Sistema de extinción automático (1).
• Anillas para remolque (2).
• Reposapiés del piloto (1).
• Reposapiés del copiloto (1).
• Cortacorrientes (1).
• Láminas antidesintegración laterales para rally (2).

El coste de todo esto, como decimos, puede variar en función del taller donde se realice, aunque la RFEdA estima una media de poco más de 4.000 euros, a los que habrá sumar la cifra que quieras invertir tú mismo con el fin de mejorar el rendimiento del coche en los apartados de suspensiones, frenos… Poco habrá que tocar el motor, pues la potencia de serie de los Fiesta y Focus ST y RS es más que suficiente.

¿Qué hay de los pilotos?

Una vez preparado nuestro Fiesta o Focus, toca equiparnos nosotros mismos. Tanto el piloto como el copiloto llevan una vestimenta idéntica, con lo que, si tienes que costear lo que se ponga tu compañero de batallas, has de multiplicar por dos los poco más de 2.000 euros que estima la Federación que cuesta todo. ¿Y qué es todo? Lo siguiente:

• Casco.
• Sotocasco.
• Mono ignífugo.
• Guantes.
• Botines.
• Ropa interior ignífuga.
• HANS (‘Head And Neck Support Device’, en español: Soporte para cabeza y cuello) .
• Bolsa de viaje para casco y HANS.

Ford Fiesta campeón de España de Rally de Asfalto 2018

¿Ya me puedo apuntar a una carrera?

A pesar de que ya tenemos todo el equipamiento necesario para disputar un rally amateur en España, aún debemos completar algunos requisitos para convertirnos oficialmente en pilotos. El primero de ellos es tramitar las correspondientes licencias. Aquí entra en juego el plan que tengamos: ¿correr simplemente una carrera o más de una durante la temporada? Existen licencias de un solo evento y también anuales; habrá que elegir la adecuada a nuestros fines. Las licencias necesarias para tomar parte en un rally son tres: La primera es la de piloto, que debe ir acompañada de la de concursante y, claro está, de la del copiloto.

En el caso de optar por una anual, el importe total es de unos 700 euros -la de piloto por sí sola cuesta 350-, mientras que la de un solo evento se reduce a 135 euros para el piloto -es válida también para competiciones de circuito- y 95 para el copiloto. Debes tener en cuenta que, desde 2016, la tramitación de licencias se produce única y exclusivamente en la federación regional que corresponda a tu comunidad autónoma. Es decir, un madrileño la tendrá que gestionar en Madrid, un valenciano, en Valencia… Esto no impide que cualquier licencia, sea donde sea expedida, tenga validez para todo el territorio nacional.

¿Ahora sí que soy piloto?

¡Tranquilo, que ya sólo queda un trámite! Una vez estés equipado correctamente, tengas el Fiesta o Focus perfectamente preparado y seas poseedor de tu licencia, sólo tienes que inscribirte en la carrera que te apetezca. Puedes hacerlo tanto en un rally regional como en uno nacional, sin importar la experiencia o el palmarés que tengas. Eso sí, nuestro consejo es que empieces la casa por los cimientos y, si no has competido nunca, comiences por una prueba regional. Primero, porque, muy probablemente, tus rivales serán más asequibles, tanto por su pericia al volante como por su economía. Y segundo, porque es más barato. Mientras que la inscripción a un rally regional cuesta 275 euros, la de uno nacional se va hasta los 495 euros.

Con todo lo que te hemos contado, basta con una sencilla suma para saber qué cuesta como mínimo ser piloto de rallys por un día con un Ford de tu propiedad: unos 34.000 euros. Y, por supuesto, trata de no romper nada. ¡No olvides que vas a disfrutar y no a convertirte de la noche a la mañana en el nuevo Colin McRae!