Nos adentramos en Navarra para conocer el nacedero del río Urederra, paraje declarado reserva natural en 1987 e integrado en el Parque Natural de Urbasa-Andía.
El nacedero del río Urederra (“agua hermosa”, en euskera) es un paraíso natural, una escapada rural perfecta, plagada de cascadas y piscinas de aguas de color turquesa. Se accede a él a través de uno de los bosques mágicos que cubren la piel de la Navarra septentrional.
Enclavado en la comarca de Tierra Estella, en la cara sur de la Sierra de Urbasa-Andía, este nacedero es el principal desagüe del acuífero que se esconde en las entrañas de este macizo kárstico. El salto de agua del Urederra surge en un punto de la pared vertical que pone fin al sistema montañoso, salvando una distancia en caída libre de 100 metros. El torrente liberado lleva un caudal medio anual de 4.500 litros por segundo, llegando en época de lluvias a los 50.000 y en época estival, a solo 300.
Para acercarse hasta el nacedero hay que conducir nuestro Ford Active (Fiesta o Focus, tú decides) en dirección al municipio de Baquedano, una aldea de 160 habitantes donde se han habilitado un aparcamiento y un punto de información dedicado a este monumento natural. Ahí se inicia el sendero que nos llevará caminando durante unos 4,5 km a las cascadas que, desde hace millones de años, tallan este circo espectacular.
Durante el recorrido hasta el fondo del barranco descubriremos uno de los entornos naturales más espectaculares del norte peninsular: un bosque habitado por principalmente por hayas, que comparten espacio con arces, avellanos, olmos de montaña, tilos, fresnos, serbales, enebros y bojes; en definitiva, un bosque de ribera que enmarca con sus ramas de mil formas las elegantes cascadas forradas de musgo. Estas liberan el agua que va llenando piscinas formadas camino abajo, hacia la base del Valle de las Améscoas, nombre con el que se conoce a toda esta comarca.
Igual que la cantidad de agua que baja de la montaña varía en virtud de las lluvias, el bosque también se transforma con las estaciones, lo que convierte cada visita en una experiencia diferente según la época del año. La excursión completa desde el aparcamiento hasta la cascada (y vuelta) dura entre dos y media y tres horas. Durante la temporada alta, Semana Santa y de junio a octubre, para evitar aglomeraciones y la erosión del paisaje es necesario reservar una de las 500 plazas diarias a través de la web oficial de Turismo de Navarra, siendo también obligado el abono de 4,5 euros por aparcar el coche.
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El raso de Urbasa
Pero visitar el nacedero del Urederra no es la única razón para acercarse hasta las faldas de esta sierra. Casi todos los pueblos de Améscoa contienen en su callejero palacios blasonados, iglesias medievales, viejos molinos y puentes, así que no está de más dar un paseo por Baquedano, Zudaire o Eulate.
De vuelta al coche, el plan más interesante es subir por la carretera NA-718, también conocida como Carretera de Urbasa, que asciende desde Zudaire hasta los 1.000 metros de altitud a los que se sitúa el Balcón de Pilatos. Este mirador sobre el barranco pone fin a la sierra y su panorámica se extiende hasta donde la vista no es capaz de alcanzar.
Una vez arriba, encontrarás un monte raso donde pastan caballos y ovejas de raza latxa, con cuya leche se elaboran quesos de fina factura. Puedes adquirirlos en las queserías de los pueblecitos del Valle de las Améscoas, especialmente en Eulate, Aranaratxe o Zudaire.
Siguiendo esta carretera se llega al Área de Interpretación del Parque de Urbasa-Andía, donde se muestran los usos que el hombre ha dado al lugar a lo largo de los siglos, como el pastoreo y la explotación forestal. En este área se puede visitar la Txabola de Severino, borda usada por los pastores como refugio en días de tormenta, para descubrir cómo era de sufrido el modo de vida de estos hombres. Junto a ella se encuentra una carbonera en la que, durante siglos, se produjo el carbón vegetal con el que se calentaban casas y cocinas de toda Navarra.
Para conocer la sierra hay que tomar cualquiera de los senderos señalizados que la atraviesan. Algunos de ellos empiezan en el Área de Interpretación, como es el caso del sendero circular de las Fuentes y el de los Pastores, que termina en el Centro de Información del Parque, doce kilómetros más al norte.
Bordeando el precipicio que marca el límite sur de la sierra discurre el sendero de los Dólmenes (12 km en sentido circular), un espacio que comparten caminantes y riders de BTT, otra de las actividades de turismo activo más populares en la zona.
Estella y el Camino de Santiago
Corriente abajo, el Urederra continúa su viaje hacia el Ega, uno de los tres grandes ríos de Navarra que tributan sus aguas al Ebro. El encuentro se produce en el núcleo urbano de Estella, una ciudad histórica, miembro de la Red de Judería de España y uno de los centros neurálgicos del primer tramo del Camino de Santiago francés.
Conocida como la Toledo del Norte, Estella atesora un buen número de edificios medievales de estilo románico, entre los que destaca el Palacio de los Reyes de Navarra (o Palacio de los Duques de Granada de Ega), uno de los pocos ejemplos de arquitectura civil de la época que han llegado bien conservados a nuestros días. En su interior se encuentra el Museo Gustavo de Maeztu, dedicado a uno de los pintores más influyentes del primer tercio del Siglo XX.
El palacio está situado en el barrio de San Pedro de la Rúa, una arteria medieval en la que te cruzarás con más de un peregrino. Ellos descubren en este entorno el ambiente que se vivía en la época de Sancho Ramírez, el rey navarro que impulsó, en el siglo XI, el nacimiento de esta ciudad para dar servicio y apoyo a la economía que el Camino estaba trayendo a su reino. Nuevos pobladores judíos y francos dieron brío al poblado vascón llamado Lizarra, conocida desde entonces como Estella, levantando iglesias románicas de gran valor arquitectónico como San Pedro de la Rúa, la del Santo Sepulcro o Santa María Jus del Castillo.
La zona monumental de Estella se ordena a la orilla del Ega, pero la vida social se concentra en los alrededores de la Plaza de los Fueros, donde encontrarás animados bares donde degustar buenos pinchos o probar los mejores vinos de la D.O. Navarra.
Directorio
Dónde Dormir
Hotel Tximista. Acogedor hotel que ocupa una antigua fábrica de harina del siglo XIX situada a orillas del río Ega. Cuenta con servicios para aficionados a las bicis y un sistema 100% sostenible gracias a los paneles solares e instalaciones hidroeléctricas.
Hospedería Chapitel. Este hotel de cuidado diseño, situado en pleno Camino de Santiago, a pocos metros de los dos puentes medievales sobre el Ega, dispone de 14 habitaciones distribuidas en tres plantas. Buen desayuno y fantástico restaurante.
Camping Artaza Urederra. Camping con 14 alojamientos de madera para dos personas en un entorno mágico de encinares y hayedos en el Valle de Améscoa, puerta de entrada al Parque Natural de Urbasa. Dispone de cabañas para familias y grupos, así como parcelas de acampada libre, además de un espacio para actividades y otro de relajación, con saunas y baño de agua caliente finlandés.
Dónde comer
Alai Taberna. Gastronomía navarra elaborada con el mejor producto de la sierra de Urbasa, en la localidad de Eulate.
Bar Mundo. Restaurante con propuestas internacionales en el corazón medieval de Estella. Raciones para compartir, pinchos y platos para celíacos y vegetarianos.
Foto apertura: jokinmarc.