En esta intro sobre robótica consigue pistas sobre los gadgets más divertidos para, por ejemplo, contar con un asistente personal en casa. Robots como mascotas, acompañantes, el mítico R2-D2 de la Guerra de las Galaxias o incluso para trabajar la inteligencia emocional.
R2D2, el simpático droide de La Guerra de las galaxias es un robot un tanto añoso pero perfecto para entender qué son esas máquinas nacidas para servir a sus dueños. En su caso, ese trozo de hierro que pitaba hacía las veces de astromecánico y fiel acompañante. Bien, eso es un robot, una palabra que viene del checo, donde “robota” significa servidumbre, trabajo forzado o esclavitud. Bien, cada vez hay más máquinas que pueden hacer tus delicias, y lo bueno es que aquí no se explota a nadie, ya que estos seres desalmados (de momento) no tienen derechos. Te mostramos una serie de gadgets para contar con tu propio asistente personal. Valen como mascotas, como espías, como acompañantes o hasta para aspirar la casa. Verás como estas navidades todos los Ford llegan cargaditos de robots.
Para amanecer sin pulgas
Moverá el rabo, ladrará (cuando tú quieras), jugará y será la alegría de tu casa, pero sin peros ni pelos (no hay que pasearlo ni limpiarlo). Zoomer 2.0 es un simpático cachorro de perro al que tendrás que adiestrar para que se comporte. Responde a más de 50 comandos de voz y como cualquier can, quiere afecto y atención. Ah, y se puede elegir entre dálmata, shadow o bentley. Si además, quieres que haga fotos, tu mascota se llama Genibo. En nada, en cuanto lo saques de la caja, se acercará a ti y te saludará. También te intentará convencer para que juegues con él o le acaricies. Todo eso es posible gracias a sus cuatro sensores táctiles, su sensor de inclinación o de recorrido, luces LED y la cámara, con la que podrás además inmortalizar lo que tú quieras y transmitirlas en tiempo real.
Otra opción algo menos sofisticada es Pubpo, un perrito robot que aprende hasta 12 funciones diferentes. Juega con él y disfruta de cómo te entiende. Lo muestra moviendo la nariz y la cabeza mientras camina, corre y realiza 10 posturas de perro de verdad. Si el mejor amigo del hombre no es el tuyo, no te preocupes, la robótica puede incluso resucitar a los dinosaurios y hacer que uno de ellos juguetee contigo sin destrozar el parqué de tu casa. MiPosaur responde a los gestos de tus manos, baila y hasta puede perseguir a quien tú quieras, todo bajo el control de tu móvil.
Ni perros ni el mejor 007
¿Qué mejor guardián que una máquina que patrulle por tu casa o empresa y te avise si hay algo extraño? Riley es un dispositivo de cámara sobre ruedas, sensores de movimiento y visión nocturna que se mueve a tus órdenes. Este pequeño robot con forma de tanquecito se desplaza por donde programes mientras graba todo lo que ve. Si ocurre algo, te avisa inmediatamente y te envía esos “movimientos” extraños. Y para rizar el rizo, puedes enviar un mensaje y que tu voz se reproduzca a través de su micrófono. No obstante, hay otras opciones para vigilar tus cosas. Existen libros, o mejor dicho, cofres que los simulan y que dentro tienen espacio para cualquier tipo de cámara oculta. Los mismos dispositivos se encuentran en deliciosos peluches, que cuentan hasta con detector de movimientos.
“Mayordomo, acércame ese papel”
La ciencia ficción y la real siempre han trabajado y aspirado a que sus invenciones, sus robots tuviesen forma humanoide. Diseñado por el famoso Mark Tilden, ingeniero de la NASA, esta pieza denominada Humanoide Robosapiens XiOs/Android gira, baila, se inclina y tiene unas pinzas con las que podrás coger objetos. Eso sí, tendrás que entrenar. Viene con funciones pre-programadas por lo que es perfecta para quienes quieren sacar el robot de la caja y comenzar a disfrutar.
«Barre, barre mi casita»
Instala y programa tu máquina para que barra él, el autómata y a ser posible, cuando no estés en casa. Se trata de que cuando llegas, todo reluzca y tu “sirviente” se haya hasta escondido. Hay varios modelos y marcas que los comercializan, pero en esencia coinciden: barren, aspiran, pasan la mopa y friegan el suelo. Se meten hasta debajo de los muebles y tienen sensores para que estas pequeñas plataformas (redondas o cuadradas) eviten chocarse o tirarse por unas escaleras (si las tienes). Son programables y se ponen en marcha de forma remota. Un modelo especialmente recomendable es Cecotec Conga 990.