Ford lanza una versión de su emblemático deportivo inspirada en el 50 aniversario del estreno de ‘Bullit’, película protagonizada por Steve McQueen y su Mustang GT 390 Fastback. Esta versión recupera el color verde Dark Highland del modelo que aparecía en el filme.
Con motivo del 50 aniversario del estreno de la película Bullit, Ford presenta una edición especial del Mustang. Dispone tanto de modificaciones estéticas como de un motor con más potencia. El bloque V8 gasolina ahora tiene 475 caballos. También dispone de unas colas de escape Black AirPlate, así como un nuevo sistema de inducción y un colector de admisión del Shelby GT350. Una auténtica bestia inspirada en el séptimo arte que os detallamos aquí.
¿La persecución más famosa de la historia del cine?
Si hay una frase de Steve McQueen que puede resumir su vida, es esta: «No estoy seguro de si soy un actor que compite en carreras, o un piloto que actúa». Por las venas del mítico intérprete corría la gasolina; entre película y película saltaba a un deportivo y se divertía en circuitos como Laguna Seca o Sebring, y en ocasiones incluso se subía a una moto de enduro a luchar por el podio.
No extraña, por tanto, que muchos de los filmes que protagonizó estuvieran relacionados con las cuatro ruedas y que su pasión fusionara con algunos rodajes. En algunos, el propio coche le llegó a quitar protagonismo: fue el caso de Bullit (1968), en donde interpretaba a un policía que, al volante de un Ford Mustang GT 390 Fastback, nos regaló algunas de las persecuciones más trepidantes de la historia del cine, por las calles vertiginosas de San Francisco.
Aquel deportivo verde intenso es hoy un icono del cine, como el Halcón Milenario de Star Wars o el Empire State del que se colgaba King Kong. Ahora, los fans del mítico modelo se han llevado una gran sorpresa: el Mustang de Bullit todavía existe, e hizo una aparición estelar en el pasado Salón de Detroit, 50 años después del estreno de la película.
El regreso de un mito
El homenaje a tan importante aniversario no termina ahí. Cuando el clásico deportivo se subió al escenario, también apareció su versión actual: El Ford Mustang Bullit recupera su exclusivo color verde Dark Highland y los detalles cromados. Además, ahora monta llantas cromadas y negras de 19 pulgadas bajo las que asoman las pinzas rojas de unos frenos Brembo, mientras que el interior de la parrilla delantera se ha oscurecido.
Bajo el capó, el Ford Mustang Bullit esconde el motor de cinco litros V8 del Mustang GT con un sistema de válvulas en el escape para cambiar el sonido y volverlo más deportivo. Gracias al colector que hereda del motor del Shelby GT 350, un nuevo sistema de inducción de aire y una nueva gestión electrónica, la potencia aumenta a 482 CV y el par máximo llega hasta los 569 Nm. Con estas prestaciones, el agente Bullit alcanzaría mucho antes a los gánsteres.
Los detalles siguen en el interior: equipa volante forrado en cuero con calefacción integrada, una gran pantalla LCD de 12 pulgadas (al encender el coche muestra gráficos de bienvenida específicos, estilo Bullitt) y asientos Recaro revestidos en cuero con costuras contrastadas de color verde que también recorren el interior de las puertas y la consola central. Aunque los dos deportivos que aparecieron en Detroit comparten espíritu, las cosas han cambiado mucho en este tiempo. Y eso se nota, sobre todo, a la hora de conducirlos.
Aquellas suspensiones semirrígidas del Mustang clásico (que se reforzaron aún más para la película) debían dolerle en los riñones lo suyo a Steve McQueen cada vez que saltaba y caía por las empinadas cuestas de San Francisco. El nuevo Mustang Bullit incorpora unas suspensiones independientes y semiactivas Magnetic Ride, que se adaptan a las condiciones del asfalto y la conducción. El deportivo de Ford es increíblemente ágil en carreteras de curvas, y aplomado y confortable por autovías. Y siempre, claro, endiabladamente veloz y seguro.
Por cierto: la trepidante banda sonora de Bullit, compuesta por el genial Lalo Schifrin, seguro que se oye como nunca en el impresionante equipo de audio de nueve altavoces del nuevo Mustang, que se controla por voz gracias al sistema multimedia SYNC 3. ¡Lo que hubiera dado Steve McQueen por ponerse al volante de un coche así!