León es la nueva capital española de la gastronomía y hemos creado la ruta perfecta de sus despensas y restaurantes. ¿Hacen falta más motivos para poner rumbo a la ciudad para probar sus mejores platos? Allí nos esperan el cocido maragato, la olla ferroviaria… y muchos más manjares en ruta por esta ciudad norteña y su provincia.
En León comienza esta ruta al volante de nuestro Ford con un claro objetivo: probar sus mejores viandas. Cecina, botillo, cordero en chanfaina, cocido montañés, los pimientos asados del Bierzo y los quesos de Valdeón se han unido con el lema Manjar de Reyes para suceder a Huelva como reina de la gastronomía en este premio convocado por la Federación Española de Hostelería. La banda sonora de este viaje en nuestro SYNC es fácil: León Benavente, ese grupo que nació hace cinco años en mitad de la carretera, rumbo a la que en 2018 será la capital española de la gastronomía.
Un año con mucho gusto
León tiene por delante 365 días y 155 actividades de un programa con el que espera cautivar a locales y visitantes. Razones le sobran. Su curriculum gastronómico lo avalan tres denominaciones de origen, nueve indicaciones geográficas protegidas, seis marcas de garantía, una marca colectiva… En fin, que de todo hay en las cocinas y en los campos leoneses. Y sus calles, bares y restaurantes darán buena cuenta de ello con curiosas propuestas como batir el Record Guinness del plato de cecina más grande del mundo a cargo de cortadores profesionales, organizar las jornadas de formación Minimal para hosteleros sobre gastronomía en miniatura o dedicar cada mes a un producto (lechazo, alubias, garbanzos…).
Pero sin duda el tapeo será protagonista. Estamos en la ciudad española con más bares por habitante: 635 establecimientos, es decir, 5,03 bares por cada mil habitantes. Una ciudad donde la oferta gastronómica se ha sofisticado, con platos que son una institución como el cocido maragato y productos desconocidos como la cecina de chivo de Vegacervera o el mazapán de Babia, que se hace sin almendra. La gastronomía, el alterne y el disfrute del tapeo, junto a sus mejores restaurantes, están en el corazón de esta urbe histórica donde no falta una estrella Michelin: Cocinandos.
Toma nota de estos mesones
La cuidada materia prima local y el afán por conservar la tradición apuntándose también a la innovación es la seña de identidad de la nueva cocina leonesa, con lugares como LAV (Av. Padre Isla, 1), La trastienda del 13 (calle Ancha, 1) o Delirios (calle Ramón y Cajal, 5). Y entre los clásicos, Casa Manolo (calle General Lafuente, s/n), con sus legumbres de La Bañeza, verduras y embutidos, El Palomo (Escalerilla, 8) o la Bodega Regia (Regidores, 9). Y cómo no, el Parador de San Marcos, monasterio del siglo XVI con restaurante de lujo (ternera de Riaño y lechazo en la carta).
El casco histórico es el punto neurálgico del tapeo. La Calle Ancha divide el centro en las dos zonas gastronómicas más concurridas. El Barrio Húmedo, escaparate de las viandas y los vinos de la región con público de todas las edades. La Bicha (Pza. San Martín, 4), El Rebote (Pza. San Martín 9) o El Flechazo (Cardiles, 2), especializado en patatas picantes, son grandes candidatos. Y en el Barrio Romántico, la cocina oriental de El Clandestino Gastrobar (Cervantes, 1) o la sopa de ajo de Camarote Madrid (Cervantes, 8).
No te quedes solo en la capital
Descansados y alimentados como si se fuera a acabar el mundo, volvemos a nuestro Ford para recorrer las carreteras leonesas y parar en unos cuantos pueblos:
- Castrillo de Polvazares, cerca de Astorga, una de las cunas del cocido maragato, de calles empedradas y casas con escudo, es un lugar muy cuidado.
- Balboa, ya cerca de Galicia, es famoso por sus castañas y por la tradicional cocina de los Ancares.
- Lois es uno de esos pueblos con encanto en la montaña de Riaño, cerca de los Picos de Europa, que alberga la Catedral de la Montaña, iglesia de estilo barroco tardío forrada de mármol rosáceo, y la Casa del Humo, típica montañesa.
- En Oseja de Sajambre nace el Sella, en un paraje conocido como Fuente de los Infiernos. Oseja está en el Parque Nacional de los Picos de Europa y su casa más famosa, la de los Piñán, es un palacete solariego levantado a finales del siglo XVII por la aristocracia rural leonesa.
- Peñalba de Santiago se alza a 1.100 metros de altura en el Bierzo. Un pueblo de piedra rodeado de bosques de robles, ríos y cascadas.
- Y por ultimo Caín, bañada por el Cares, la localidad leonesa más al norte de la provincia y para muchos el verdadero inicio de la ruta del Cares, una de las sendas a pie más famosas de España.