Ford tiene al mejor compañero de viaje para tu familia: B-MAX, C-MAX o S-MAX, ¿cuál es el tuyo? Te ayudamos a decidir, para que cada experiencia en la carretera sea cómoda y agradable para padres y niños.
Los monovolúmenes facilitan la vida de las familias. Su carrocería, como por arte de magia, mantiene unas dimensiones exteriores contenidas, pero con un espacio interior para viajar de lo más desahogado. Ford añade unos ingredientes a todo esto: diseño, tacto deportivo y mucha flexibilidad interior para que puedas adaptar tu coche a las necesidades del día a día. Son coches que demuestran que tener familia no está en absoluto reñido con el disfrute al volante. La pregunta es: ¿Qué Ford de la gama MAX es el tuyo? Te ayudamos a decidirte.
Ford B-MAX. Parejas urbanas con ganas de expandirse
Por fuera tiene prácticamente el tamaño de un Ford Fiesta, de modo que zigzaguear entre el tráfico urbano y aparcar en esos huecos por lo que otros pasan de largo, no será un problema. Y cuando se abren sus puertas, se hace la magia. Para empezar, no son puertas al uso: la de delante con bisagras, la de detrás deslizante, ambas llevan integrado el pilar central. De modo que, una vez abiertas, el espacio para entrar es inaudito. Nada se interpondrá entre tú y sus cómodos asientos, ni siquiera cuando (tal vez dentro de poco, quién sabe) tengas que colocar a tu bebé en el asiento posterior. Para que te hagas una idea: el espacio de apertura es de más de un metro y medio de ancho, casi como un adulto tumbado.
Dentro te esperan cinco plazas desahogadas y un puesto de conducción a la última con el avanzado sistema multimedia Ford SYNC, una postura elevada al volante que te da una visibilidad increíble en un coche de este tamaño y unos asientos traseros abatibles, que dejan una superficie de carga totalmente plana si tienes que cargar con más cosas que no se sean la sillita del niño: ya sea una tabla de surf o de snow o una bicicleta.
Ford C-MAX. Padres a tiempo completo, deportistas ocasionales
El Ford C-MAX tiene el tamaño de un coche compacto, el segmento más exitoso en nuestro país desde hace años. Son coches que permiten viajar con todo el confort y seguridad imaginables, y al mismo tiempo ágiles para circular por ciudad. Y añade todas las ventajas de un coche familiar: desde un portón trasero que se abre sin manos, con solo pasar el pie por debajo del paragolpes trasero (imagina que vas con las bolsas de la compra, o tu hijo en brazos), un sistema de plegado individual de los asientos que permiten configurar el interior con el único límite de tu imaginación, y huecos portaobjetos por todas partes.
También incluye tecnología que hasta hace nada te parecería se ciencia-ficción: por ejemplo, los faros de LED adaptativos, que varían su intensidad o pasan de cortas a largas, y viceversa, en función de la luminosidad o el resto del tráfico, o los múltiples sensores de radar y láser que a lo largo de su carrocería que permiten, por ejemplo, avisarte de si viene un coche en perpendicular cuando desaparcas marcha atrás. Añade el sistema multimedia Ford SYNC, que puedes controlar por la voz, con una gran pantalla táctil de ocho pulgadas, formato tablet.
Todo esto está muy bien pero, te estarás preguntando: ¿Y qué pasa con los padres deportistas? Te remitimos a lo que hemos dicho sobre su interior, flexible hasta el extremo. Tablas, bicis, velas, palos de golf… Da igual el deporte que practiques o dónde. El Ford C-MAX te lleva, con todo tu equipo a cuestas.
Ford S-MAX. La familia numerosa que sabe divertirse
Con este modelo, Ford inventó una nueva categoría de coche: el monovolumen deportivo. Unió así dos concepto que hasta el momento parecían irreconciliables: un padre de familia que no quiere renunciar a grandes dosis de diversión al volante. El chasis está estudiado al milímetro y su punto de gravedad es más bajo de lo habitual. Así logra, aun siendo un vehículo de gran tamaño, pasar por carreteras de curvas con una agilidad y un aplomo increíbles.
Una vez sentado en su asiento delantero de múltiples reglajes, te invade una sensación premium con las superficies mullidas y los sólidos ajustes de los materiales que te rodean, incluida su gruesa consola central con una gran pantalla táctil para el navegador y el sistema multimedia. Si pisas el acelerador, sea cual sea su motorización, recibirás mucho empuje desde el principio. Tanto, que te costará creer que vas al volante de un monovolumen. Y siempre con unos niveles de consumo y emisiones muy ajustados. Pero sobre será, al mirar hacia atrás, cuando te cueste creer que este Ford de tacto tan deportivo tiene semejante espacio interior: tres filas de asientos, siete plazas en total, las dos últimas abatibles por una palanca del maletero, que dejan una superficie de carga plana. Un interior, por tanto, tan polivalente como su conducción: puedes elegir entre los modos Normal, Confort y Sport (que varían la respuesta de la dirección y el acelerador) según cómo tengas el día y con cuántos viajes a bordo.