Una ruta por estos edificios y paisajes que nacieron de las principales familias de la nobleza gallega a partir del s. XVI, fueron abandonados en torno al s. XX, y ahora vuelven a la vida.
Galicia es una tierra mágica, un lugar en el que cada visita se convierte en inolvidable por múltiples motivos: sus paisajes, con verdes montañas y espesos bosques que dan paso a inmensas playas atlánticas; su rica y compleja gastronomía, con lo mejor de la tierra y del mar; y por supuesto su historia y leyendas. Proponemos una de las mejores formas para descubrir Galicia: de pazo en pazo en tu Ford.
Casonas con mucha historia
Los pazos son los antiguos palacios y casas solariegas de la nobleza de Galicia: grandes construcciones de piedra de una belleza sobria que contrasta con el vivo verde de los paisajes en los que se alzan. Construidos en el siglo XVI, muchos de ellos han pasado por docenas de manos y toda clase de avatares a lo largo de los siglos: a veces abandonados, otras convertidos en conventos, fábricas o lo que se terciara. En el siglo XX se empezaron a restaurar, y ahora la red de pazos gallegos forma una espectacular infraestructura turística para todos los gustos: desde lugares más apartados donde disfrutar de la tranquilidad a lujosos alojamientos muy cerca de las ciudades.
Con tu Ford podrás recorrer los entornos de Galicia en una experiencia de conducción inolvidable, con la máxima seguridad para ti y para tu familia sin sacrificar las sensaciones de la carretera. Y para que puedas embarcarte en un auténtico ‘road trip’ por toda la geografía gallega, te ofrecemos una selección variada: un pazo por provincia (más uno por Santiago de Compostela), y además muy distintos entre sí, para que puedas elegir el que más se ajuste a tus planes… ¡O visitarlos todos si tienes tiempo por delante!
Ourense: Pazo a Freiria. Este pazo está enclavado en mitad de la alta montaña orensana; aunque en verano no es tan duro, el clima puede ser allí algo inclemente. No obstante, merece la pena por su historia: el Pazo a Freira es uno de los más antiguos de Galicia. Debe su nombre a los frailes-guerreros (también llamados ‘freires’) de la orden de San Juan de Jerusalén que lo fundaron en el siglo XII. Cuatro siglos después pasó a manos de una familia noble, y ya en el siglo XX se convirtió en el hotel que es ahora. El Pazo a Freira es perfecto para los amantes de la naturaleza por su cercanía con grandes bosques, el Parque Natural Montes do Invernadero y los Cañones del Sil.
Pontevedra: Torre do Río. Otro pazo situado en una zona de gran belleza natural, pero cerca de ciudades (a medio camino entre Pontevedra y Santiago). El Pazo Torre do Río ofrece un poco de todo: paisajes estupendos para disfrutar de la carretera con tu Ford o hacer senderismo, instalaciones deportivas cercanas como pistas de padel, squash y golf, deportes de aventura… El propio pazo organiza una serie de circuitos turísticos para visitar los lugares más emblemáticos de la comarca de Salnés en la que se sitúa. Uno de los mayores atractivos, no obstante, es su cercanía con las Termas de Cuntis: un balneario natural que acoge el mayor complejo termal de toda Galicia. ¡Ideal para olvidarte del estrés y las preocupaciones!
A Coruña: Pazo do Souto. Este pazo coruñés también tiene su historia curiosa: fundado por el inquisidor de Santiago sobre un antiguo castro celta, y después de ser durante muchos siglos la residencia de unos marqueses, se convirtió en el siglo XX en la escuela del pueblo cercano. Un antiguo estudiante acabó comprándolo y convirtiéndolo en el hotel que es ahora. El Pazo do Souto es perfecto para viajar en familia: cuenta con piscinas, parque infantil, barbacoa, merendero, cafetería y restaurante con productos ecológicos de su propia huerta. Si vuelves de hacer una excursión o una visita turística y a los niños aún les quedan energías, las instalaciones del Pazo do Souto te serán de mucha ayuda.
Lugo: Pazo de Terrafeita. Este pazo, y la Torre con la que comparte nombre, se construyeron en el siglo XVI como una fortaleza militar. Hoy por hoy se ha convertido en un hotel con piscina, y una gran finca llena de vacas y caballos en libertad que harán las delicias de los más pequeños. En los alrededores hay ríos salvajes y zonas montañosas como la Fraga da Vilapena y la Sierra de la Caldeira para explorar a pie o en bicicleta.
Santiago de Compostela: Pazo Xan Xordo. Vale que Santiago no es una provincia y forma parte de A Coruña, pero no deja de ser uno de los destinos turísticos más visitados de España. Si quieres conocer la capital de Galicia el Pazo Xan Xordo es sencillamente perfecto: a tan sólo 7 km de la capital y 1 km del Camino de Santiago, podrás recorrer el entorno de la ciudad y empaparte del ambiente de los peregrinos sin renunciar a la calma y la cercanía con la naturaleza. El propio pazo cuenta con una finca enorme de más de 64.000 metros cuadrados para recorrer a pie o en bicicleta y un recodo del río cercano permite practicar la pesca. Una capilla, un hórreo, un molino de agua y un cruceiro, todos del siglo XVII, completan el cuadro de este precioso pazo.
Planes B: ¡No todos los pazos son hoteles! Si quieres conocer algunos pazos realmente peculiares, te ofrecemos algunas recomendaciones rápidas: el Pazo de Sistallo en Lugo, por ejemplo, destaca por ser uno de los pocos de arquitectura barroca de toda Galicia. Si lo tuyo es el enoturismo, no dejes de visitar el Pazo de Baión en Pontevedra, donde podrás visitar la bodega para aprender cómo se hace su vino albariño. Finalmente te aconsejamos visitar dos pazos como el de San Lorenzo de Souto y La Saleta, conocidos por sus espectaculares jardines: en el claustro del primero encontrarás arbustos de boj de cuatrocientos años de antigüedad, tallados siguiendo formas como una cruz o la concha de una vieira; el segundo, auténtico lugar de peregrinaje para amantes de la botánica, recoge un jardín inglés con especies de plantas de todo el mundo.
Y para comer…
Gracias a su clima y a sus costas atlánticas cuentan con unas materias primas insuperables, especialmente su carne de ternera y sus pescados y mariscos. Por eso, Galicia es un destino ideal para cualquier buen gourmet: ¡lo difícil es encontrar sitios donde se coma mal! Si quieres disfrutar al máximo de la alta gastronomía gallega, apunta sitios como el Bitadorna (A Guarda, Pontevedra) o el Nito (Viveiro, Lugo), para degustar el mejor pescado, o el Galileo (Santa Baia, Ourense) para carnes. En todos ellos, por precios que oscilan entre los 30 y 50 € por cubierto, podrás probar lo mejor de los fogones de la zona.
Y si prefieres algo más accesible para todos los bolsillos, te recomendamos visitar Combarro, un precioso pueblo en la provincia de Pontevedra donde podrás comer estupendas raciones frente al océano Atlántico. Cuando estés allí no puedes perderte la subida de la marea, cuando la mar sube hasta los pies de las antiguas casas de piedra. Todo un espectáculo de la naturaleza que se disfruta mucho mejor con un plato de marisco y un buen albariño.
Un paseo por la playa
Galicia no es sólo tierra de profundos bosques: también tiene de playas increíbles de arena finísima, casi vírgenes, en medio de impresionantes playas naturales. Tampoco es cierto que sea una región siempre fría y lluviosa: ¡hay de todo! Como además en esta época del año ya va haciendo calorcito, ya que estás por la zona no pierdas la oportunidad de descubrir las costas gallegas. Te recomendamos una playa en especial: la playa de Melide, situada en el Espacio Natural Protegido Dunas de Barra e Costa da Soavela. Para llegar a ella tienes que recorrer una pista forestal (nada que tu Ford no pueda hacer sin problemas) y caminar un poco, ¡pero ver atardecer sobre las islas Cíes merece la pena cualquier esfuerzo!