Olvídate del concepto que tenías hasta ahora de lo que es una playa. Lo desmontamos con cuatro lugares increíbles, sobrenaturales, mágicos… Cuatro espacios diferentes para que tu verano en el agua no se parezca a ningún otro.
Playa Gulpiyuri (Naves, Asturias)
Una playa aislada del mar
La playa de Gulpiyuri es una pequeña cala oculta asturiana oculta entre montañas, en el ‘patio trasero’ de la costa de Llanes. Su increíble y única belleza se debe a que el agua del mar penetra a través de un túnel que pasa entre las rocas. Ha sido declarada Monumento Natural, pero debes tener en cuenta que lo que hace especial a esta playa es su peculiar ubicación y su entorno. La escasa profundidad de sus aguas la equiparan a una piscina natural en la que podrás refrescarte mientras oyes el característico sonido que hace el mar al pasar a través de la cueva.
¿Cómo llego en mi Ford?
Toma la carretera desde Llanes en dirección a Naves, el pueblo más cercano, y toma un desvío señalizado hacia la derecha. De allí tomamos un camino de tierra, y poco antes de llegar a la playa deberás estacionar el coche para seguir unos cuantos metros a pie.
¿Qué como?
El llagar/sidrería Cabañón es una antigua casona de Naves de Llanes rehabilitada en torno a una bodega. Puedes degustar sus platos directamente traídos de la tierra circundante: recomendamos sus chorizos a la sidra, tablas de embutidos, setas al cabrales o al jamón, y las tortillas y revueltos con huevos de corral.
¿Dónde duermo?
El hotel Villa Marrón está situado en Naves de Llanes, muy cerca de la playa de Gulpiyuri. Destacan la limpieza y sus habitaciones acogedoras, pero sobre todo el trato cercano de su encargada, Eugenia, que según muchos huéspedes te hace sentir como en casa desde el momento en que cruzas la puerta de entrada.
Playa de Cofete (Fuerteventura, Islas Canarias)
Bañarte en el cráter de un volcán
La playa de Cofete, en el lado más salvaje de Fuerteventura, era antiguamente una caldera volcánica, o dicho de otro modo: formaba parte de un cráter que a su vez era la parte más alta de la isla, con 1.500 metros de altura. Esta caldera colapsó hace millones de años, lo que cambió la morfología de la isla, ya que se desprendió y a su alrededor emergieron otras formaciones volcánicas. Por eso, la sensación de bañarte a los pies de un volcán, acentuada por el hecho de que no hay atisbo de civilización en kilómetros a la redonda, es única y no exenta de magia. Además de la increíble playa de fina arena con más de 12 kilómetros de longitud, podemos deleitarnos también con la imponente visión del macizo montañoso de Jandía, que alberga las montañas más altas de Fuerteventura, del islote unido a la playa por un brazo volcánico y del Roque del Moro, una gigantesca roca vertical que parece clavada el mar.
¿Cómo llego con mi Ford?
Debemos tomar la carretera que sale del pueblo de Morro Jable y recorrer ocho kilómetros y medio hasta llegar al la desviación del poblado de Cofete. Una vez allí, lo mejor es dejar el coche, saltar a la arena y recorrer los kilómetros de playa hasta llegar al islote o Roque de Moro.
¿Qué como?
En el poblado de Cofete hay un pequeño restaurante con el mismo nombre, en el que no puedes reservar por teléfono, así que acércate con tiempo para reservar tu mesa ‘in situ’. Algo que, además del estómago, alimenta la magia de sentirse realmente aislado del mundo moderno.
¿Dónde duermo?
El hotel Faro Jandia, en el pueblo del Morro Jable, ofrece todo lo que le puedes pedir a un cuatro estrellas y a eso añade un diseño a base de piedras naturales, maderas nobles y superficies acristaladas que se integran perfectamente en el entorno.
Embalse de Orellana (Orellana La Vieja, Badajoz)
La primera playa de España con bandera azul…. ¡Y agua dulce!
El Embalse de Orellana luce más como una plata marítima que como un pantano. Muchos se sorprenden de sus aguas azuladas, lejos del tono verdoso que uno espera, y de la amplitud de sus playas. Esta embalse extremeño es una playa de interior en toda regla, más aún después de que hace cuatro años fuera el primero de España que recibe bandera azul, reconocimiento internacional que hasta ahora, en nuestro país, estaba reservado a las playas de costa. La Fundación Europea de Educación Ambiental lo concede anualmente a las más limpias, y por eso resulta tan difícil que lo pueda recibir una zona de agua estancada. La playa principal tiene casi un kilómetro de longitud y si te gustan los deportes náuticos, sin duda te vas a divertir: posee una infraestructura preparada para la vela, el windsurf, el piragüismo, esquí acuático…. Y si eres más tranquilo, incluso tienes zonas de pesca.
¿Cómo llego en mi Ford?
La principal vía de acceso es a través de la N-430, que permite llegar a las localidades de Orellana la Vieja, Navalvillar de Pela y Casas de Don Pedro, desde donde se puede acceder directamente al embalse.
¿Qué como?
En el chiringuito Playa de Orellana te olvidarás de que estás a cientos de kilómetros de la costa. Su enorme terraza os puede acoger a ti y a tu familia para que podáis probar lo mejor de la gastronomía extremeña.
¿Dónde duermo?
El Hotel Embalse de Orellana está muy cerca del pantano y ofrece unas vistas inigualables desde todas sus habitaciones. Su moderno diseño exterior no debe llevarte a equívoco, porque en sus instalaciones, aunque decoradas a la última, se respira tradición extremeña, sobre todo en su gastronomía.
Cuevas del Drach (Mallorca, Baleares)
Agua salada y conciertos dentro de una montaña
Olvídate de una playa como la concebías hasta ahora: aquí no hay fina arena, sino orillas empedradas, y no está al aire libre, sino dentro de una montaña. Las Cuevas del Drach acogen la entrada del agua salada del mar Mediterráneo en cuatro auditorios naturales de roca y estalactitas, por cuyas lindes puedes pasear, o atravesar en barca o incluso asistir a conciertos de música clásica en directo.
¿Cómo llego con mi Ford?
Toma la carretera que va desde Portocristo hacia Portocolom, a unos 60 kilómetros de Palma de Mallorca. Desde allí verás un desvío hacia las cuevas, y antes de llegar hay una zona donde puedes aparcar para iniciar la visita a pie.
¿Dónde como?
El Sa Llotja ofrece buena comida mediterránea y destaca por la calidad de sus pescados, pero sobre todo, por las increíbles vistas sobre la bahía a través de sus ventanales.
¿Dónde duermo?
Ola Hotel, en Portocolom. Es uno de los pocos hoteles que no han sido invadidos por el turismo y, según la opinión mayoritaria de sus huéspedes, su punto fuerte está en la atención, cercana y personalizada, además de en sus acogedoras habitaciones.